El bus se detiene en algún punto
de R68, mis ojos entreabiertos perciben una luminosidad inusual que cae desde
el cielo. Unas siluetas con forma humana entran al bus, sus ojos brillan como
fulgores en una densa niebla.
Siento que el bus flota y
asciende, mientras poco a poco un cosquilleo hace presa de mis extremidades y
veo como mis partículas se convierten en fotones. Miro por mi ventana y veo
sólo una luz enceguecedora que se desplaza hacia atrás hacia toda velocidad,
mientras todo dentro del bus parece estar en reposo, ingrávido, etéreo,
energizado.
No tengo dudas que estamos
viajando por un puente Einstein-Rosen que nos conducirá a otra dimensión del
espacio-tiempo...
...
A medida que nos desplazamos en
el bus por este túnel de energía, siento como mi respiración y el latir de mi
corazón se detienen, miro mi reloj y el secundero detenido... Los pasajeros a
mi alrededor parecen estatuas, no sé si presos del pánico o porque no
transcurre el tiempo...
Miro atrás y veo las criaturas de
ojos brillantes, inexpresivas, vigilantes... Una de ellas parece dirigirme una
mirada y antes que pudiera siquiera elaborar un sonido, una respuesta invade mi
pensamiento: "No te preocupes, somos 'monitores' (sic), llevamos siglos
trabajando con esta tecnología y llegarás bien a tu planeta, a tu casa"...
El viaje por este agujero de
gusano, con el TurBus que iba camino a Santiago dilatado en una mancha
energética, sigue siendo de rumbo desconocido, pero contradictoriamente siento
una inesperada tranquilidad que mi destino está en buenas manos...
...
Pero no es mucho lo que dura mi
calma cuando contemplo que gran parte de mi cuerpo se ha convertido en un
revoltijo de fotones moviéndose en todas direcciones... Lo que hace nuevamente
dirigir mi mirada a uno de los 'monitores'.
"Tranquilo, tu proceso de
reconversión materia-energía es necesario para poder viajar con esta
tecnología... Lo importante es que tu 'ser' permanezca intacto"... Fue la
conmovedora respuesta que llegó instantánea a mi mente, volviendo parcialmente
la tranquilidad.
La mancha de energía en la que se
había convertido el TurBus donde viajaba a Santiago, comenzó súbitamente a
frenar y junto con ello nuevamente tomado su forma material... Mi pulso,
respiración y mi reloj vuelven a tomar ritmo...
Parece ser que por fin salimos
del túnel agujero de gusano y llegamos a un nuevo recóndito lugar del
Universo...
...
La salida del túnel de energía
fue acompañada de un resplandor enceguecedor y un chillido metálico me aturdió
e hizo tapar mis oídos y cerrar los ojos por el dolor... Casi por instinto
sentía que el revoltijo de fotones en que se había convertido mi cuerpo durante
el "salto" se estaba reorganizando para volver a mi forma material.
Ya no había rastros del TurBus ni
de sus pasajeros. A medida que abría mis ojos mientras la potente luz se
extinguía poco a poco, y se iba develando en lugar donde había aterrizado,
escuchaba la voz de uno de los 'monitores'.
"Hemos viajado 31 años-luz
llegando a un mundo que te parecerá familiar. Básicamente nos hemos preocupado
de construir un escenario acogedor, pensando especialmente en uno de los
protagonistas de este encuentro."
- "Encuentro ?" Respondí ilusamente,
como si alguien fuese a escucharme.
Y en eso mis ojos me revelan el
lugar donde aterricé, aun sin sentir el suelo, pues aún permanecía en mi estado
de ingravidez. Y veo, agudamente sorprendido, que no había ido a ningún otro
planeta escondido en otra estrella de nuestra galaxia, sino que había
llegado... "A casa"...
...
Mientras "aterrizaba"
contemplaba el lugar sin poder ocultar un ligero sentimiento de frustración.
Tenía expectativas de encontrarme con una civilización alienígena avanzada en
algún nuevo mundo, tras el supuesto viaje de 31 años-luz según me declaró uno
de los 'monitores'.
"No te engañes. Entendemos
que la mayor parte de tu especie asimila las distancias sólo en un contexto
espacial. Es efectivo que hemos viajado 31 años-luz a través del túnel
Einstein-Rosen como observaste, sin embargo, hemos manipulado sólo una
coordenada en este viaje".
Y ahí me encontraba, diagonal a
la escuela de derecho de la U de Valparaíso en calle Blanco, dirección de
vialidad, lugar donde viví gran parte de mi infancia.
"Es importante que durante
este encuentro te vayas con más preguntas que respuestas" insistió la voz
del 'monitor' en mi mente.
- "Encuentro ?" Seguía
preguntándome.
En eso, a medida que recupero mis
sentidos, mi forma material y el transcurso del tiempo, escucho el llanto de un
niño... Al parecer se había caido en su bicicleta...
Me acerqué poco a poco y lo tomé
del brazo con delicadeza, sin dejarme de sorprender cuando comienzo a ver su
rostro, intacto y sin magulladuras por suerte, sólo con sus mejillas bañadas en
lágrimas…
- "Hijo ? Qué haces aquí
?"
...
Mientras limpiaba con lo que
tenía a mano las heridas ensangrentadas en las rodillas del niño, por su caída
en bicicleta, contemplaba su expresión vacía y perdida hacia mi.
Mi piel emitía algunas luces
opacas, cada vez más tenues, probablemente debido al efecto fotoeléctrico de la
conversión de fotones a materia producto de mi "salto" por el
espacio-tiempo.
Era evidente que el niño no me
miraba como a su padre, y un recóndito recuerdo que tuve oculto por muchos años
en mi mente, comenzó a aflorar espontáneamente...
- "Ignacio... Dime qué te
pasa y qué haces aqui... Ya, vámonos para la casa !"
- "Me confunde, señor...
Gracias por ayudar pero no hablo con extraños. Mis papás no me permiten"
El súbito recuerdo de que este
encuentro me parecía familiar comenzó a tomar fuerza... Hacerle más preguntas
al niño sólo conseguiría confundirlo aún más... Y entonces miré de reojo a
algunos autos estacionados a los costados...
Mucho Suzuki fronte, Peugeot 504,
Chevrolet digamos de línea clásica, pero lo que más me inquietó fueron las
patentes, todas naranjas... Una de ellas decía "EFG 246"
"Valparaíso" y el año "1982"...
Y sólo entonces entendí los 31
años-luz... Y entonces sentí que perdía la conciencia...
El niño seguía mirándome con
desconfianza y entonces reparé que no era Ignacito... Pues era algo más cabezón
y con un ligero lunar en su frente...
- "Un trato, te digo mi
nombre y tú me dices el tuyo... Vale ?"
El niño dudó, pero asintió
firmemente. Entonces continué:
- "Me llamo Pablo, y al
parecer, vengo de muy lejos"
El recuerdo de un desconocido
ayudándome, con piel centellante y diciendo cosas raras, se me hizo aún más
latente... Y la respuesta del niño definitivamente no era lo que quería
escuchar... No pude evitar abrir los ojos como huevo frito de la impresión...
Su respuesta me alejó toda duda de quién era ese niñito...
- "Yo también me llamo
Pablo, señor... De dónde viene ud... Lo conozco ?"
CHAN !
...
"Es importante que durante
este encuentro te vayas con más preguntas que respuestas"
Esa frase me martillaba el
cerebro mientras estaba frente a frente a ese niño, hace 31 años... Sin duda
que mi mente se había convertido en un torbellino de preguntas mientras el niño
me miraba con curiosidad, como intuyendo de que yo le resultaba familiar.
"Cuál es el propósito
?", "Por qué viajo 31 años al pasado y justo me encuentro contigo
?", mis pensamientos no dejaban de aturdirme. Ante las inquietudes del
niño, sólo atiné a responder "No creo que me conozcas, vengo de muy
lejos"... Y no le mentía, 31 años de existencia nos separaban.
Una suerte de sentimientos de
ternura y quizás de protección, hacia ese niño afloró de mi alma, como si fuera
mi hijo, y teniendo en cuenta que en 31 años más, ese mismo niño ya sería un
adulto, e iba a estar ocupando con exactitud mi posición espacio-tiempo, una
nueva idea se fue desarrollando en mi mente.
"Lo que estudias, lo
modificas", Heisenberg y su principio de incertidumbre no podían tener
mejor razón... Por qué sólo aplicarlo a la mecánica de partículas sub-atómicas
? Las historias que he leído siempre me hacen concluir que los eventos pasados
y futuros no son posibles de modificar en el "continuum" de nuestro
Universo... La causalidad-efecto sin duda que sigue un flujo, pero contra el
común de nuestras creencias, no es un conducto que necesariamente viaja en una
sola dirección.
Si yo había llegado hasta ahí,
fue por un propósito... Si yo recordaba este encuentro con aquel desconocido de
piel con luces, que me entregó palabras claves que me hicieron dirigir mi
destino casi por casualidades, o como hasta entonces creía que eran eventos
fortuitos, entendí que no podía ser de otra forma.
Si en este encuentro me iba sin
dejar un registro como recordaba ya claramente, mi historia, mi propia
historia, cambiaría en forma irreversible. Lo lamentaría, pues mi Universo, tal
cual lo conozco, se destruiría.
Intuí que no me quedaba mucho
tiempo en esas coordenadas, y entonces decidí que algo iba a hacer... Y también
fui percibiendo una nueva presencia en este insólito encuentro...
...
El niño no dejaba de contemplarme
con curiosidad, como sospechando que yo debía entregarle algo.
En mi chaqueta siempre ando
trayendo un lápiz y esta vez no era la excepción. Lo que sí extrañaba era mi
maletín que al parecer no viajó conmigo en el "salto". Inquieto y al
borde de la desesperación, comencé a urguetear alrededor y entonces me moví
unos metros para recoger un papel que parecía ser un volante.
El volante era de una revista de
Daniel Vilches en el teatro Imperio de Valparaíso, y por el reverso comencé a
escribir unas palabras.
Hasta entonces nunca estuve de
acuerdo con la Conjetura de Protección de la Cronología de Stephen Hawkings, y
sabía perfectamente lo que hacía en ese momento, pero el impulso para escribir
ese registro se me hizo imposible de resistir. Ese hecho me hizo reconsiderar
esa conjetura, más que lo enunciado por el principio (ya era evidente que en
eso había fallado rotundamente) eran sus consecuencias, que impiden las
paradojas espacio-temporales, pues me di cuenta de que yo no era capaz de
alterar la historia.
Escribí las primeras palabras que
se me vinieron a la mente. Sintiendo compasión por ese niñito, me decía
"necesitas aprender y saber algunas cosas que te prepararán mejor para
este viaje en 31 años más", y entonces escribí los nombres de algunos
autores de divulgación científica, orientada fuertemente a la física cuántica,
también autores de ciencia ficción que marcarían fuertemente mis hábitos de
lectura en los próximos años, y algunos productos de software existentes en mi
época que sería prudente comercializar y desarrollar "en el futuro",
una vez que tuviera la preparación suficiente.
Antes de entregar el volante con
"las palabras mágicas", como recordaba en mi niñez que le decía
después que el desconocido me lo pasó, lo doy vuelta y veo la fecha, quizás
para volver a convencerme dónde y especialmente "cuándo" estaba.
Viernes 22 de Octubre de 1982 21:00 hrs comenzaba (o comenzó) la revista de
Daniel Vilches... 1982... Hum !... Necesitaba darle un golpe de convencimiento
a este niño... "Cuál era el equipo de fútbol más capo de Chile por esos
años y que sería campeón ?"... Hum... No me cabe duda, y casi con un
sentimiento de travesura, "por qué no ?", escribí ese nombre al final
de la lista.
Cuando le pasé el volante al niño
con "las palabras mágicas", dos pensamientos paralelos se me
cruzaron: "Ahora si que no tengo dudas que la causa-efecto se retuerce el
'continuum' de nuestro Universo" y un sentimiento cómplice me hizo
sonreir, "cuando alguien me pregunte por qué soy de Cobreloa, si acaso soy
del Norte (típico !), tendré la irreverencia de decir que simplemente un
visitante del futuro me lo aconsejó cuando era un niño"...
En el momento en que le paso el
papel al pequeño, le pido que lo cuide lo que más pueda y en lo posible que
memorice algunas palabras... Yo ya estaba claro que el niño perdería el papel a
los pocos meses por una nana algo intrusa, que hacía el aseo 3 veces por semana
en el departamento donde vivía.
En eso siento unos aplausos a
poca distancia. Una nueva presencia se hizo en el lugar y parecía no importarle
que lo viéramos mientras exclamaba "Bravooo, siempre lo supe !!!"...
Era un tipo mayor, por no decir
anciano, rechonchito, con su espalda corcovada, lentes poto de botella, con
unas virutas de pelo colgando desde la frente, vestido con una capa blanca así
como un científico loco, y... Su piel también emitía luces...
"Acaso llegó otro visitante
?"
...
El anciano recién llegado, se
acercó a la escena, y en sus ojos detrás de los lentes poto-botella se percibía
una alta dosis de excitación, como si hubiese descubierto algo que lo tuvo
trabajando durante años.
- "Sabía que esta era el
momento... Cuando me pegué el porrazo en bicicleta y un desconocido como tú
vino a ayudarme... Creía recordarlo pero ahora estoy seguro"
Fue inevitable mirar al niño, su
expresión de asombro, y mirar al viejo de piel centelleante, como buscando
cosas en común, y cuando noté que ambos me miraban, una fría brisa recorrió mi
espalda. El niño habló:
- "Señor, ese caballero es
su padre ? Se parecen mucho"
La aguda percepción del niño,
algo que indudablemente perdí en estos 31 años, me sucumbió... Y sin duda que
no me agradaba lo que estaba viendo y un gesto repulsivo se me asomó y el
anciano replicó, haciendo un movimiento pélvico con un ritmo sólo sostenible
por su mente, francamente muy ridículo.
- "Que pasa ? No te gusta lo
que ves ? Acaso no me encuentras sexy ? Boom Chic-Chic Boom Chic-Chic...",
mientras se contorneaba arriba y abajo, con su mano en la cabeza... Uffff...
El espectáculo, si pudiera
llamarse así, era penoso... "En este viejo acabado y trastornado me he
convertido en el futuro ?"... Y el viejo como que recuperó su compostura y
añadió:
- "Vengo desde hace 62
años-luz para presenciar este evento único que marcó la vida de este niño, la
tuya y desdeluego que la mía"
Puse cara de duda, entonces,
siguió hablando el viejo:
- "Tú acabas de entregar un
registro valiosísimo a este niño y modificaste sus intereses desde los 8 años,
te ha convertido a ti, un noble estudiante entusiasta de física cuántica, y a
mi, un científico loco que desarrolló esta tecnología que permiten los viajes
en el tiempo..."
Mi cara de duda se hizo más
expresiva aún, y el viejo insistió:
- "Yo mismo te traje aquí, a
este momento, con esta tecnología, porque estaba seguro de este evento y yo no
podía alterar la historia, lo inevitable... Tú escribiste en mi historia, el
futuro de este niño, tu pasado, presente y futuro, etc. Tú tuviste el valor de
seguir tus convicciones y entregar esa información con las 'palabras
mágicas'"
El niño no entendía nada
desde luego, pero con la última expresión, acercó el papel que le había
entregado y leyó las palabras con mayor detención.
- "Un momento" - por fin repliqué -
"Si yo alteré tu destino al entregar el mensaje, y, digamos, te convertí
en un científico loco que desarrolló esta tecnología, luego hiciste que yo
viajara a este momento para entregar el mensaje... Algo no me cuadra... Acaso
dónde-cuándo estamos es una paradoja ?"
El viejo se sonrió, como que esperaba mi
pregunta:
- "Esa es precisamente la
cuestión... Tienes mucha facilidad de calificar esto como una paradoja, pero ya
sabes que la Conjetura de Hawking no lo permite... Aqui caben dos
posibilidades: O lo que acabas de hacer no tuvo ninguna relevancia en nuestros
destinos, es decir, yo me iba a convertir de todas formas en un científico de
física cuántica especulativa..."
El viejo se interrumpió por un
momento, una luminosidad comenzó a aparecer desde el cielo, en forma de un
torbellino... Al parecer el anciano lo esperaba, pues le escuché murmurar
"ha llegado"... Y entonces comentó:
- "O sencillamente la
causalidad-efecto de nuestro Universo es más retorcido de lo que puedes
imaginar... Lo sabrás en tus próximos 31 años"
Un estruendo golpeó desde el
cielo, y el remolino de luces pronto se encontraba sobre nuestras cabezas...
Todo se alborotaba... Y nuevamente siento un cosquilleo en mis extremidades...
El viejo dijo las últimas palabras antes de desintegrarse en un mar de
fotones...
- "Lo importante es que te
vayas con más interrogantes que respuestas... Ya te lo dije... Ah ! Mantente
sin fumar y cuida tu colesterol... Por nuestro bien"
No lo vi más tras ello, pero
sentía como mi cuerpo nuevamente era recorrido por luces, mientras mis piernas
se convertían en un revoltijo de partículas lumínicas. Mi masa convirtiéndose
en energía una vez más.
El niño presiente que me
desvanezco, y al parecer le caí en gracia, pues me sostiene de un brazo y me
ruega que no me vaya.
- "No se vaya, no se vaya
por favor, señor, prometo que me aprenderé sus 'palabras mágicas', lo
prometo"
Y mientras sentía que perdía la
conciencia cuando era succionado por este nuevo agujero de gusano, sus palabras
se fueron transformando:
- "Señor, no se vaya por
favor... Señor... Señor... Hemos llegado"
...
Desde niño podía recordar ese
torbellino de luces jalando a mi nuevo amigo, el desconocido de las
"palabras mágicas", mientras le sostenía del brazo... El desconocido
sólo me decía "Debo irme, no pertenezco aquí, pero te prometo que volverás
a verme en el futuro". Y recordaba que de un momento a otro esa extraña
persona, que parecía venir de otro mundo, desapareció ante mis ojos con un haz
de luz, lo que me motivó aún más durante mi niñez y adolescencia, a indagar
sobre esas palabras y estudiar un poco al respecto.
Ahora, 31 años más tarde, vivía
el fenómeno en carne propia, la boca del túnel que me succionaba, se retorcía
de un lado a otro... Explosiones por doquier, que podría describir como una
multitud encuentros de materia con anti-materia, y entonces comprendí, "un
ingenio que produce energía inducida... Interesante lo que desarrollaré en los
próx años", y veía como mis partículas lumínicas, ya sin masa, se
estiraban por la boca del agujero de gusano como largos e infinitos filamentos,
mientras el cosquilleo característico de la conversión masa-energía ya se me
hacía irresistible. "Eso ! Necesariamente debo convertirme en cuerdas para
entrar al hiperespacio !"...
Mientras escuchaba al niño rogar
que me quedara, poco a poco sus palabras fueron convirtiéndose. "Señor, ya
llegamos"... Y una luz enceguecedora terminó por aturdirme hasta que abrí
los ojos... Lo curioso es que en todo el proceso nunca dejé de sentir la mano
del niño sacudir mi brazo...
El ayudante del TurBus donde
viajaba seguía agitándome el brazo... "Señor... Señor... Hemos llegado...
Llegamos al terminal central... Despierte, que debo desalojar el bus"...
Como un acto reflejo miro un
libro que sostenía en mi mano derecha. La tapa rezaba "Agujeros negros y
tiempo curvo - Kip Thorne"... Uno de los autores que recordaba de las
"palabras mágicas". Entonces, en ese momento me sentí más aliviado de
haberlo soñado todo, y pensé que esto ya no era lectura adecuada para estos
agotadores viajes Curauma-Santiago...
Opté por dejar el libro abandonado
en el asiento, antes de bajar del bus... Aún tratando de convencerme si ya
estaba en el lugar/tiempo correcto.
No alcancé a caminar unos metros,
hasta que una mano "ya familiar", se adueñaba de mi brazo nuevamente.
Era el ayudante del TurBus.
- "Señor, disculpe, me temo
que se le quedó esto. Es un libro algo gordo como para abandonarlo" - Y mi
libro nuevamente llegó a mis manos.
Sólo atiné a sonreír como dando
las gracias forzadamente y recordar la Conjetura de Hawking. "Hagas lo que
hagas, pasado y futuro ya están escritos"... Entonces me convencí que
tarde o temprano iba a crear la máquina del tiempo, y con ello conseguir no
convertir en una paradoja, que pudiera destruir el Universo tal como le
conocemos, el encuentro con el viejo loco en que me convertiré en 31 años más.
Aproveché de preguntar de vuelta.
- "Amigo, puede decirme la
hora ?"
- "Seguro" me respondió
el ayudante - "son las nueve y media".
Miro mi reloj y francamente no me
extrañó que estuviera retrasado 1 hora 15 minutos, justo a la hora donde estaba
en el bus a la altura de Curacaví y se subieron los extraños pasajeros que
terminaron siendo los 'monitores' de mi viaje. Era esencial que ocurriera esta
distorsión espacio-temporal. Ya llevaba años estudiándolo. Prueba viva de que
mi viaje fue más real de lo que suponía.
Y luego traté de recordar mi
agenda.
- "Ok, entonces...qué
tenemos para hoy ?"
PLF.-
Hermosa historia ,me transporto ,fui una tercera persona viendo de lejos como estos tres seres, que eran uno solo se materializaron para compartir información clave para sus vidas ,veo mucho talento hermosa historia. 🤗
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